De gran importancia es este
enunciado, “La gestión estratégica de la responsabilidad facilita la
creación de ventajas competitivas, que traen consigo una serie de beneficios.”
Además, favorece el entorno interno de la empresa al valorar el rol de cada
miembro. Lo mismo ocurre con el entorno externo de la empresa al tener en
cuenta el impacto social de las acciones que ejecute. Es decir, el concepto de
la responsabilidad social de la empresa ha sido poco y mal definido, puesto que
se ha hecho muchas veces de forma descriptiva, aludiendo al contenido y dando
lugar a definiciones que no poseen la suficiente generalidad, universalidad y
permanencia. Debemos tener en cuenta dentro de las organizaciones que las RSE
no se trata de una actividad marginal, adicional a la económica, oportunista y
esporádica, sino como una nueva actitud de la empresa hacia el entorno social.
Mucho se ha dicho sobre las RSE, apuntando que son una obligación de la empresa hacia la sociedad, es importante tener en cuenta que las prácticas de la responsabilidad social son cambiantes y adaptables, debido a las características y condiciones de cada empresa y del área de acción en la que se encuentran. Precisamente, el verdadero contenido de la responsabilidad social está en la integración de las finalidades propias de la empresa y las de la sociedad, en la consideración de los valores sociales y en la integración en la actividad empresarial. Por lo tanto, para que la empresa crezca a largo plazo es imprescindible que sustente sus procesos y productos en unos estándares éticos donde estos se vean integrados en su gestión, y que, además, trate de dar respuesta a las demandas de los agentes sociales a los que afecta o que le afectan.
La conceptualización sobre las RSE
En la mayoría de los casos las organizaciones, hay realizado una mala conceptualización sobre las RSE, pues en su mayoría han llegado a confundirla con filantropía o altruismo, por lo que se convierte en simple acciones oportunistas, apartándose de su real alcance, que es considerar tanto la parte interna de la empresa como su entorno, es por ello que, Román et al (2008), consideran que la RSE, “es entendida como la respuesta que la organización debe dar a las expectativas de los sectores con los cuales ella tiene relación, en materia de desarrollo integral de sus trabajadores y en el aporte a la comunidad que le permitió crecer y desarrollarse”. Significa que cubre un ámbito interno (talento humano) y externamente porque la relaciona con los demás sectores.
Por lo tanto, la RSE no la podemos ver como una simple acción marginal, complementaria y oportunista de una empresa para lograr beneficiosos y que de paso este buscando que estas acciones le brinden crear una imagen de aceptación ante la sociedad. Antes que nada, las organizaciones tienen que enfocarse en pensar que las RSE deben ser reconocidas como un nuevo modelo que exige gestión estratégica que le genere ventaja competitiva dentro de su mercado y que como tal, puedan ser aprovechadas para la permanencia y crecimiento de una empresa en un mercado tan cambiante.
Los responsables de la empresa deben considerarla parte del día a día dentro de sus planificaciones y actividades, por lo que se hace imprescindible una gestión que requiere de estrategias adecuadamente diseñadas, un equipo que cuenten con un liderazgo protagónico y con mecanismos de control muy bien monitoreadas, para que las RSE tengan un efecto positivo.
Como bien se mencionaba antes la gestión de la RSE debe generar ventajas competitivas, por lo que se debe de iniciar un proceso interno en que se integren prácticas y acciones responsables acorde a la misión y visión de la institución, de lo contrario simplemente será altruismo. Estas ventajas permitirán la diferenciación, como se conoce en mercadeo, será un “Valor Diferencial”, no solo para sus clientes sino para las demás organizaciones; como estrategia prioritaria de la empresa.
Cada organización debe tener en cuenta de cuál es el papel que juegan en un entorno internacional convulsionado y muy competitivo, esto da pie a hacer un análisis situacional que le lleve a responder y dar soluciones claras a los problemas sociales, en estos casos la RSE se convertirán en una alternativa eficiente y eficaz para la sociedad, sin olvidar el ser cada vez más competitivos. De tal manera que, cada organización debe tomar un rol participativo en este ámbito, y no el de una isla, en la cual solo se realizan acciones muy cortas y con un mínimo impacto.
La RSE tiene como objetivo promover el cambio para lograr un desarrollo sostenible. Esto es diferente de implementar el cambio o financiar el cambio, como suele suponerse en los negocios. Esta evidenciado que ningún Agente, público o privado, puede crearlo un cambio de manera solo.
La responsabilidad social empresarial requiere invertir recursos en el desarrollo económico, logrando beneficios razonables para la sociedad y las empresas, por lo que debe tener objetivos claros y estrategias de implementación. Si no se hace esto, se garantiza el fracaso y consecuentemente la regresión y la desaparición, porque no está claro lo que la empresa quiere lograr y su proyecto ante la sociedad.