Reputación de imagen corporativa como creadora de valor.

Ya lo decía William Shakespeare, cuán importante y el valor oculto que tiene una buena reputación, le daba una connotación de un tesoro, que consiste en una reputación sin mancha, al realizar una aplicación a la imagen corporativa podemos referirnos que una “mancha” en la organización es sin dudas, la disminución de la reputación o el prestigio que cuenta ella frente a su público. Esta reputación la cual se debe de construir con bases firmes, para que muchas más personas recomienden y la decidan como opción frente a la competencia.

La reputación como bien se menciona al inicio, debe de construirse, pero esta no surge de la nada, no se logra con acciones pequeñas; como primer elemento será necesario contar con personas que contribuyan a esa reputación sólida, para ello podemos hacer uso de dos elementos importantes, el primero que son aquellos perfiles de reputación de sus empleados que se van construyendo por sus acciones, y que estos puedan desarrollarlas con el propósito de incrementar esa reputación; por otro lado, estamos muy conscientes que para nuestro tiempo se necesitara que nuestra organización cuente con la reputación de algunos individuos que puedan darle “brillo” o agregarle valor a algunos productos, y que la mayoría de casos ellos puedan promover por medio de los canales donde ellos sean referentes y cuenten con una reputación.

El respaldo que una persona o llámese celebridad que cuente con una buena reputación, permite posicionar un producto o servicio permitiendo que se incrementen las ventas.

Psicológicamente, creamos un lazo ente el producto, el rostro famoso y la compañía lo que justifica precios más altos.” (Reputación de la IC, 2022).

Es importante mencionar que la imagen corporativa se beneficia del nombre, ya que este le permite alcanzar un valor real que tiene una marca para aquellos productos y servicios que acompaña. Es por lo que, es tan importante hablar de MARCAS, o simplemente de nombres de marcas, para ello debemos buscar un buen posicionamiento de marca, para que esta pueda sumar sustancialmente la imagen y reputación de nuestra organización.

La reputación corporativa tiene un alto nivel de influencia sobre las personas, y esto se observa en “la decisión de compra”, las cuales son acciones que nos permiten escoger un producto o servicio. Esto se debe, la reputación es decir la “fama” la cual se convierte en nuestra mente como un atractivo intoxicante; genera una atracción fuerte hacia aquellas cosas que tiene una buena fama. Es por ellos en énfasis que debemos tener en alcanzar una buena reputación para nuestra organización ya esta es una carta ganadora, que nos permite atraer nuevo cliente y fidelizara muchos, y con el tiempo nos hace respetables.

UNA BUENA REPUTACIÓN

Una buena reputación para nuestra imagen corporativa es valiosa porque juega un papel de informa y reflejar nuestra calidad, al mismo tiempo, una reputación se debe de considerar como un valor estratégico, ya que desarrolla en los clientes una llamada de atención sobre las características de la empresa, permitiendo que se vuelvan atractivas para el cliente. Pero para desarrollar una reputación debemos de pensar que la manera más efectiva es ser consistentes, es decir, realizar todas las practicas necesarias para sostener la reputación corporativa por largo tiempo.  

La consistencia en la reputación dentro de nuestra empresa será verá beneficiada al diseñar campañas publicitarias que promuevan a la empresa como un todo, creando programas que muestren la calidad y el servicio a clientes, desarrollar buenos sistemas de control y mantenimiento que examine cuidadosamente las actividades de los empleados, cotar con políticas para el cuidad del medio ambiente y actividades comunicarías (Responsabilidad Social Empresarial, RSE).

La imagen que proyecta la empresa, a través de identidad, su cultura, será la manera ideal para que se logre transmitir una representatividad optima de la empresa a un costo mínimo. Al pensar en la cultura enfatizamos los valores dominantes en la organización, el ambiente o clima empresarial, las normas que rigen los grupos de trabajo en la empresa, las reglas de juego, los comportamientos organizativos.

La identidad de la empresa se resume en dos tipos de rasgos específicos: los físicos y los culturales, para estos rasgos físicos se incorporan los elementos icónicos y visuales como signo de identidad, que incluyen la identidad corporativa. Por tanto, podemos estar seguros de que, para proyectar correctamente la imagen corporativa y lograr una buena reputación, debemos considerar tanto la imagen visual como la conceptual de la empresa.

Al revisar cada uno de los elementos que hemos planteado hasta este momento nos conduce a pensar y concretizar la elaboración de un plan estratégico de comunicación integral de la empresa, tomando como punto de partida el posicionamiento estratégico que queremos lograr cono institución, este procesos contribuirá a que identifiquemos aquellas  estrategia a seguir en los en los canales o medios de comunicación, además de pensar, en el que y el como del mensajes, será importante que como empresa se desarrollare distintos planes de acción táctico a ejecutar para obtener una buena reputación todo esto requerirá de la asignación de un determinada presupuesto acorde al alcance y necesidades que se tenga como organización.

Al realizar este proceso, esteremos permitiendo que la comunicación contribuya a la reputación de nuestra imagen corporativa; cada acción que podamos realizar aparentemente que este centrada en los productos o servicios de nuestra marca, tiene una obvia proyección en nuestra organización como un todo, logrando que alcancemos una buena reputación, esperando que sea sólida y duradera, y como lo decía Shakespeare que el más puro tesoro al que puede aspirar nuestra empresa en estos tiempos se la de una reputación sin mancha, que permita y sea creadora de valor.

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